La obra trata de una adolescente segura de sí misma que después de una fiesta decide colgar en la red un vídeo de ella cantando en un karaoke. Inmediatamente comienza a recibir una serie de comentarios negativos y vejatorios que derivan en un trauma personal. El acoso cibernético que ella está sufriendo encuentra su clímax cuando alguien crea un perfil falso en Facebook con su nombre. Este perfil falso sirve a la comunidad virtual para burlarse de ella y desmoralizarla. No sabe cómo encarar la situación ni encontrar ayuda. El sufrimiento y la angustia que experimenta la llevan al deseo de acabar con su propia vida.
Los alumnos han seguido la obra en todo momento con gran interés y han mostrado que estaban sintiendo lo que sucedía en escena cuando la acción iba adquiriendo tintes dramáticos.
Tras la representación ha habido un pequeño coloquio con la actriz principal, Nerea Lovecchio, y con el director de la sala. Después se nos ha invitado a participar saliendo al escenario para resolver de modos distintos la situación planteada en escena. ¿Qué podría haber hecho la protagonista? ¿Cómo habría podido evitar que todo hubiera llegado a afectarla tanto? Algunos grupos de alumnos y profesores hemos hecho pequeñas improvisaciones sobre el tema.
Ha sido una buena manera de reflexionar sobre el uso que los adolescentes hacéis de internet y pensar en formas posibles de salir de situaciones similares.
La propia compañía TYL-TYL nos ha dado a los profesores un dossier con material sobre la obra. En él se incluyen unas recomendaciones para evitar el ciberacoso. Os las dejo aquí, puesto que me parecen muy interesantes.
Ciberacoso, ¿Qué puedo hacer?
Los consejos más importantes en el caso del ciberacoso entre niños y adolescentes:
1 Mantén la calma. Respira profundamente, sigue tu respiración, relájate, cuenta hasta cien marcha atrás. Lo más importante: no te dejes dominar por las dudas sobre ti mismo. ¡Tú vales! No tienes nada raro.
2 ¡No reacciones! No contestes a las provocaciones, intenta ignorarlas. Una respuesta es lo que intenta provocar el acosador, y si lo haces, el ciberacoso, probablemente empeorará.
3. Bloquea a los que te acosen. La mayoría de las redes sociales, fórums y chats pueden bloquear personas no deseadas. Utiliza esta opción, porque no tienes por qué soportar que nadie te moleste. Si alguien te molesta con llamadas o mensajes siempre puedes cambiar tu número de teléfono.
4. Protege tu privacidad y no facilites datos personales. Ten cuidado con las informaciones que das en internet sobre ti. Otros pueden utilizar datos personales como tu dirección de correo electrónico, tu dirección real, tu número de teléfono, fotos, etc, contra ti. Es muy importante que tus datos de acceso sean secretos y que utilices contraseñas seguras.
5. Avisa de los problemas. No aceptes acosos. Denuncia y pide al proveedor del sitio web que elimine la cuenta desde la que estás recibiendo acoso. Lo puedes notificar por correo electrónico y puedes adjuntar los correos y otros elementos que hayas recibido.
6. Si te acosan conserva las pruebas. Infórmate de cómo hacer copias o capturas de pantalla de mensajes, imágenes y chats desagradables. Con ellos puedes enseñar a los demás lo que te está pasando y tienes pruebas que pueden ayudarte a encontrar a tu torturador.
7. Habla sobre el acoso. Busca apoyo en tu familia o algún adulto de tu confianza.Siempre puedes llamar al Centro de internet seguro para el menor en España: contacto@protegeles.com 917400019.
8. Apoya a las víctimas. Si te enteras de que alguien sufre acoso por móvil o internet, no cierres los ojos. Ayúdale e informa del ciberacoso. Cuando el acosador descubra que su víctima no está sola, seguro que el acoso acaba rápido.
9. Conoce tus derechos. Nadie tiene derecho a ofenderte o a burlarse de ti. Si tú no das permiso, ninguno puede colgar fotografías tuyas en internet. En casos de ciberacoso muy serios el acosador puede sufrir consecuencias judiciales.
10. ¡Confía en ti! Es importante que creas en ti mismo. No te dejes pisotear y no pisotees a nadie. No hagas en la red lo que no harías a la cara.
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